Se dice que en los pueblos donde se practica el sufismo, los conflictos se resuelven a través de poetas, uno por cada persona involucrada en la disputa. Los argumentos se escuchan y luego se cantan como poesía mientras la gente de las aldeas baila hasta caer rendida. De esta manera, la música, el trance, la rendición extática y, en última instancia, la paz se entrelazan. Y es esta noción de paz universal lo que Jedba intenta conjurar en un álbum que lleva varios años en desarrollo, un lanzamiento que cubre bastante terreno musical a medida que avanza desde el sur sahariano de Marruecos hacia su norte más fértil. ARC, un sello que ha lanzado discos de música sufí de Bangladesh, Turquía, Egipto, Pakistán y otros lugares, continúa ofreciendo a este tipo de música devocional centenaria un lugar para reinventarse.
Jebda mezcla las voces y la música de seis cantantes y músicos profesionales con una variedad de músicos callejeros reunidos por el productor Abdesselam Damoussi, que los encontró en el camino a través de la plaza Jemaa el-Fna de Marrakech a su Riad y estudio del siglo XV, equipados con micrófonos Neumann, para registrar qué generaciones de músicos, magos, narradores y encantadores han actuado durante siglos en la plaza cercana, ejerciendo sus oficios extáticos. Con el multi-instrumentista y coproductor Nour Eddine, los instaló en el estudio, les sirvió té, los preparó para tocar y capturó una mejor parte de su alma.
Como resultado, lograron captar la esencia de la música marroquí, despojada de una producción brillante, pero con la lucidez profesional suficiente para que esta música antigua suene para siempre actual. Está "Adán", un solo a capela llamando a la oración (Saad Temsamani), un rabe bereber y un artista del banjo de las montañas del Atlas que aparece en "Tazalit" (Larbi Bakchich y Raiss Brahim), e incluso una guitarra eléctrica y una pista vocal en "Arrahmane", que cuenta con dos intérpretes del Sáhara más profundo del país (Hassan Haddad y Yemdeh Selem) y tiene un parentesco claro con el tipo de blues del desierto que se encuentra más al sur en el Sáhara Occidental y Mauritania.
En cuanto a la fidelidad del registro del trance, se puede sentir especialmente en la pista que da nombre a esta colección. Con Eddine en percusión y Abdelaziz Inouiti a la ghaita (un instrumento similar al oboe), la melodía es implacable, en una línea de percusión tensa y repetida donde, finalmente, entra la ghaita hasta desvanecerse de forma infinita.
La voz de Damoussi y la percusión de Eddine se encuentran entrelazadas en gran parte de los temas del disco, deslizándose desde los ritmos bereberes llenos de banjo con llamadas y respuestas hasta los tipos de ululaciones agudas que se encuentran en todo el continente africano. También hay una voz de niña de 8 años que da forma a una oración a capela del imán de Tánger Said Lachhab ("Spiritual Mawal"). Y en "Allah Hay", ghaita y tambores de mano abren el camino hacia el canto vocal más complicado y espectacular del álbum.
Jedba, en sus casi sesenta minutos, es un relato interno superlativo del éxtasis musical sufí de Marruecos, llevado a un Riad que desearíamos que fuera nuestro hogar.
Página web: Jedba - Spiritual Music from Morocco
tracks list:
01. Jedba (Trance)
02. Sabaato Rijal (Seven Stairs of Marrakech)
03. Spiritual Mawal (Light of the Star) (Traditional)
04. Allah Hay (God Is Alive)
05. Arrahmane (Spiritual Desert Voice From the Moroccan Sahara)
06. Ziyara (Traditional)
07. Assalat Al Machichiya (Traditional)
08. Tazalit (Spiritual Berber Voice From the Atlas Mountains)
09. Lailaha illa Allah (One God) (Traditional)
10. Adan (A Call to Prayer) (Traditional)
4 comentarios :
Jedba
Gracias por tu buen hacer y generosidad
Muchisimas gracias!
MUCHAS GRACIAS
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